Hace unos días anunciaba la retirada del mundo del balonmano uno de los que se puede considerar de los mejores porteros del mundo. Arpad Sterbik dice adios al 40x20 y a la portería después de una dilatada carrera en la que ha ganado una ingente cantidad de títulos.
Siempre será recordado como uno de los mejores de la historia del balonmano. Un guardameta capaz de hacer encoger el brazo hasta a los mejores jugadores del mundo. Ese portero que cualquiera prefiere tener defendiendo su meta y no tenerlo enfrente como rival. Así será recordado Arpad Sterbik.
Con un físico peculiar y engañoso, el cancerbero de origen serbio pero nacionalizado español desde 2008, deja incontables y asombrosas actuaciones en la memoria de los aficionados a este deporte, muchas de ellas que han valido títulos, tanto para los equipos en los que ha jugado, como con los Hispanos. Un brillante palmarés que no simboliza los aspectos intangibles del deporte.
Con sus dos metros y 118 kilos, Arpad ha sido capaz de empequeñecer la portería de manera asombrosa, un hito al alcance de unos pocos elegidos. Los que han jugado contra él aseguran que cuando Arpad bajaba la persiana no había nada que hacer, el serbio se covertía una murralla inexpugnable. Viendo su altura y peso parece complicado imaginar su capacidad elástica para llegar con su pierna hasta el larguero o hacer el spagat como si nada.
Se le han visto hacer paradas imposibles, capaz de bajar su centro de gravedad y sacar una mano salvadora o capaz de detener un balón que le había superado ya gracias a su capacidad de reacción. Nadie podrá olvidar esa forma de levantar la pierna y el brazo del mismo lado mientras mantiene la de apoyo y baja casi hasta el suelo su otro brazo. En una batalla psicológica siempre acababa ganando el meta y acaba desquiciando a los jugadores más talentosos del planeta; más de un extremo ha terminando sucumbiendo a la evidencia y buscando apurar al máximo el lanzamiento, pero con idéntico resultado.
En su historia reciente figura su actuación en el Europeo de 2018, donde llego tras más de un mes sin jugar un partido, pero fue llamado a filas de urgencia ante la lesión de Pérez de Vargas. Lo que pasó a partir de ese momento es historia del balonmano español. En plenas semifinales del campeonato en el encuentro que enfrentaba España ante la siempre incómoda Franci, saltaría a la pista tan solo para los siete metros ante 'Les Experts' y vaya si lo hizo, detuvo tres de los cinco que le lanzaron y desesperó a los galos. Lo mejor estaba por llegar en la final donde se convirtió en el MVP de la final con paradas antológicas para dar su primer título a los Hispanos, que además han logrado revalidar a comienzos de este 2020.
Arpad Sterbik no volverá a pisar el 40x20 como guardameta pero su historía y sus videos quedarán grabados en el recuerdo de los amantes del balonmano, que pierde a un gran portero, pero por seguro gana un gran entrenador.