Hasta Tours en elefante
Un paseo en un día soleado para los habitantes de la ciudad francesa de Tours bien puede conducir al jardín que se extiende delante del antiguo palacio arzobispal del siglo XVIII, hoy Museo de Bellas Artes, declarado Monumento Histórico. Un cedro del Líbano plantado en 1810, clasificado como 'Árbol Notable de Francia', reina en el patio de entrada al museo. Hasta que uno repara en un emblema aún más poderoso: en el mismo patio, en un edificio que otrora albergó las caballerizas, se encuentra disecado Fritz, cuya centenaria y emotiva historia se transmite en la localidad de generación en generación.
Fritz fue un gran elefante asiático nacido en 1870 en India, víctima del tráfico de animales del siglo XIX para abastecer a las casas de fieras (los primeros zoológicos) o a los circos. Fue capturado cuando tenía un año y apenas medía un metro de alto, en la jungla del norte de la India. Para apoderarse de él y otras dos crías, los furtivos mataron a los seis adultos de su grupo familiar. Embarcado en un carguero a Europa, pasó meses viajando más de diez mil kilómetros, en pésimas condiciones, junto a cientos de animales (panteras, leones, leopardo...), atrapados jóvenes para ser más dóciles y ocupar menos espacio en el trayecto. Más de la mitad no sobrevivieron al viaje.
El barco hizo escala en África para incorporar más animales cautivos: hipopótamos, avestruces, cebras, jirafas, antílopes, gacelas, dromedarios y un rinoceronte.
Al llegar a Europa, el elefante es enviado a la casa de fieras de Carl Hagenbeck en Hamburgo, Alemania. Él le da el nombre de Fritz. Los primeros años, encerrado en un recinto angosto, soporta inviernos a -10ºC. En 1883, deciden adiestrarlo en las artes circenses y se une a un circo, yendo de gira por Alemania, entre 40 y 60 poblaciones por año.
En 1888 el propietario del circo vende todos sus animales, entre ellos Fritz, a los dueños del mayor circo del mundo: los norteamericanos Phileas Taylor Barnum y James Anthony Bailey. Lo entrenan con extremo rigor, para presentarlo en un tour por Estados Unidos como una de sus principales atracciones: el elefante más grande del mundo.
En 1891 Barnum muere y Bailey queda como único propietario del circo. En 1898 comienzan su gira europea de cuatro años, cuyas primeras paradas serían Inglaterra y Escocia. Fritz causa sensación. El ritmo es frenético, con dos representaciones diarias, y las duras condiciones causan muchas bajas entre los animales. Embarcan hacia Alemania y en noviembre de 1901 llegan a París. Visitarán 120 localidades en Francia.
A finales de mayo de 1902, actuando en Burdeos, cuando un aprendiz de mozo del circo estaba engrasando los pies a Fritz, éste lo empuja contra la pared y le causa la muerte. Se acalla el asunto por temor a la publicidad negativa. Se le aplica un severo castigo corporal y se decide encadenarlo a otros dos elefantes.
Pocos días después, el 10 de junio de 1902, el circo llega a la ciudad de Tours en cuatro trenes. Se instalan en el Campo de Marte, cerca del Loira, al noroeste de la ciudad. Estarán dos días, para cuatro funciones.
Después de la última actuación, el 11 de junio, desmontan el circo por la tarde y desfilan hasta la estación de ferrocarril, donde los animales serán cargados y partirán hacia la localidad de Saumur. Muchos habitantes de Tours y pueblos vecinos van a admirar la comitiva.
Cuando la procesión llega a la Place Nicolas Frumeaud, Fritz se vuelve incontrolable, provocando el pánico. Hay varias versiones: tal vez alguien le dio de comer algo no comestible. Quizás fueron las cadenas y los abusos continuados. Según el periódico Le Mémorial du Poitou, le habrían quemado con un cigarro o se habría tragado un cigarrillo, lo que explicaría su ira. Pero la hipótesis más probable es que se encontrase en un período de mutismo, caracterizado por agresividad.
Los empleados del circo derriban a Fritz. Una vez en el suelo, para inmovilizarlo envuelven su cuello con cadenas y cuerdas. Fritz muere allí unas tres horas después, mientras los espectadores miraban. El Sr. Bailey, director del circo, dona el cuerpo a la ciudad de Tours.
Ante el riesgo de putrefacción, un descuartizador de Auzouer-en-Touraine trocea al animal y limpia su esqueleto, mientras un artesano del cuero de Tours prepara su piel. Siguiendo el consejo de M. Barnsby, decano de la Facultad de Medicina y Farmacia de la ciudad, el conjunto se envía a Nantes, donde Anatole Sautot momifica y diseca los restos y vuelve a montar el esqueleto. Fritz, de 32 años, mide 4,5 metros de largo, 7 desde la punta de su cola al extremo de su trompa.
Sautot exhibe el esqueleto y el cuerpo disecado en vitrinas dos meses ante numerosos visitantes. El conjunto regresa a Tours el 5 de mayo de 1903, por el Loira, en el vapor 'Fram'.
Fritz recala en el edificio que alberga el Museo de Historia Natural y el Museo de Bellas Artes de Tours, en la Place des Arts: el esqueleto en el segundo piso y el cuerpo en el vestíbulo de la planta baja.
El museo fue trasladado en 1910 al antiguo palacio arzobispal, cerca de la catedral, al ser adquirido por el ayuntamiento, llevándose allí el cuerpo de Fritz. El esqueleto permanecería en su lugar original. En junio de 1940, desaparecería en el incendio del museo durante la Segunda Guerra Mundial.
Bailey, el director del circo, murió en 1906. Su viuda vendió el circo a los hermanos Ringling en 1907. En mayo de 2017, el circo Barnum cerró después de 146 años. El fin de las representaciones con elefantes el año anterior bajo presión del público habría provocado una drástica caída de asistencia.
Desde su instalación en el jardín del Museo de Bellas Artes, que no ofrecía condiciones óptimas de conservación, los restos de Fritz se fueron deteriorando. La prensa local alertó: en 1965, La Nouvelle Republique publicó que estaba carcomido por insectos. Bernard Boisselier, taxidermista, acometió la restauración y el animal fue reubicado el 18 de marzo de 1977, en una vitrina para resguardarlo de las inclemencias del tiempo.
Isy Ochoa, tras largas investigaciones, escribió e ilustró en 2018 un libro infantil y juvenil titulado Fritz en el que el elefante cuenta su historia, que obtuvo en 2020 el premio Maya. La autora impulsó la 'Conmemoración de los 120 años de la muerte de Fritz', que proponía cambiar el nombre del jardín de Nicolas Frumeaud en homenaje al elefante, el 11 de junio de 2022, coincidiendo con la efeméride. El ayuntamiento de Tours aceptó y aceleró el calendario.
Y así Tours bautizó un jardín con el nombre del elefante Fritz el 4 de octubre de 2020, en la plaza Nicolas Frumeaud, donde murió, en el Día Mundial de los Animales. Justo dos años después, se inauguró allí una escultura en su honor.
Fritz el elefante ocupa ya su lugar en el patrimonio emocional de Tours y en las guías turísticas. Se ha convertido en un auténtico símbolo de la ciudad.
Fotografías: Gabriela Torregrosa