Creo firmemente que pocas cosas pueden ayudar más a tener una autoestima sana que el propio reconocimiento, y eso pasa por una buena gestión del ego.
En latín, la palabra ego significa yo (tanto lo que soy como lo que muestro), pero en psicología el término se utiliza para hacer referencia a la instancia psíquica que permite que un individuo se reconozca a sí mismo y a su propia personalidad. Entonces el ego no es malo, el ego es positivo en la medida en que sin rebajar el valor de otra persona permite mostrar todo lo que eres y reconocerlo sin vergüenza, lo que a menudo se confunde con falta de humildad.
Parecer una fuente fiable, lograr la cercanía de las personas y ser apreciado por ellas se logra manteniéndonos en esa fina línea que separa la admiración del rechazo. Ni lo puedes ser todo para todos ni puedes hacerte de menos porque a otros les pueda molestar, he aquí el debate que lleva generaciones lanzando preguntas sobre cómo, cuándo y con quiénes mostrar todo el potencial que uno tiene.
Si tengo algo bueno que dar, ¿de qué manera lo puedo mostrar para no parecer un arrogante, alguien que solo pretende impresionar, de modo que ayude a otros a inspirarse y continuar y a mí mismo a seguir? Mostrar la propia grandeza puede dar miedo, la pregunta que debes responderte es: Lo que voy a decir o hacer ¿inspira y mejora o infecta y destruye? Nada de lo que hagas tiene que dañar, pero tampoco nada de lo que hagas debería dañarte a ti. Creo que el ego, la autoafirmación, está bien en tanto que sepas que no puedes quedarte sin ser quien eres, sin decirte y decir al mundo que algo en ti ha cambiado y está listo para mejorar a quien le toque la suerte de estar a tu lado.
Es duro que se burlen de ti por haber intentado algo y haber fracasado, es duro ver que haciendo lo que quieres la carretera se despeja y otros cogen desvíos porque no consideran que sepas hacia dónde vas, ¿a caso dijo alguien que todo el mundo entendería cuáles son tus nuevos planes? No hay ego bueno ni malo, hay un valor como persona que oscila constantemente y al que hay que alimentar para que no se pudra.
Aquí es a lo que vamos, un buena valoración de uno mismo, un 'buen ego', establece metas y se cree capaz de llegar a ellas. No presume, no alardea de lo que no es, no alaba sin verdad porque no miente, Es lo que es, lo sabe y lo entiende de modo que reconoce el valor ajeno y lo respeta. ¿Cuántas veces has oído eso de que en las cimas más altas solo se respira soledad? Bueno yo no creo que haya soledad pero sí que las personas equivocadas no querrán subir contigo, y rodearse de personas adecuadas lleva décadas de vida para encontrar solo unas pocas. Esa es la realidad.
¿Quieres estar rodeado de mucha gente? Haz lo que mucha gente hace, aplaude al rebaño, camina junto a él, ríe sus gracias y come su comida, pero recuerda, cuando llegue un verdadero lobo no habrá nadie que pueda defenderte a menos que tú mismo te hayas convertido en otro lobo. Sé por experiencia que las personas que no brillan se traicionan a sí mismas porque les molesta el éxito de los demás. Hacen mucho más por evitar el éxito ajeno que por superarse y evitar su propio fracaso. Aun cuando ellos tengan algo no querrán que tú lo tengas, eres molesto porque tú quieres algo más de la vida, quieres tocar el corazón de la gente porque ya tocaste el tuyo y lo convertiste en oro macizo.
De qué manera podrías inspirar, de qué manera ser calificado por una sociedad debilitada no te debilitará a ti también. Repite esto conmigo: "Juro permanecer humilde pero nunca satisfecho. Juro no volver a ser más de lo que no me gusta. Aprenderé de aquellos que me puedan enseñar y aceptaré la responsabilidad de enseñar lo que aprendí a los que estén comenzando a cambiar".
Júrate esto cada mañana. Que estas palabras se graben en tu mente y se conviertan en tu verdadera vocación.