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Menudo Panorama

Por Pedro Santa Brígida

Ridículo y esperpento en el fútbol femenino


Un mes después de proclamarse campeonas del mundo, la selección femenina de fútbol sigue en boca de todos, no por el enorme logro conseguido si no por el pulso que mantiene con una Federación, que continúa haciendo el ridículo con todo lo que tiene que ver con la élite del fúbol femenino español.

La convocatoria para los próximos partidos de la selección contra Suecia y Suiza ha sido todo un despropósito, un esperpento a nivel nacional e internacional. Peor no se podían haber hecho las cosas. Tras lo ocurrido con el famoso 'pico' a Jenni Hermoso, la posterior dimisión de Luis Rubiales y el cese del seleccionador Jorge Vilda, las futbolistas -a través de un comunicado- han exigido más cambios en las esctructuras de la Real Federación Española de Fútbol.

Ante la disyuntiva planteada por más de 30 futbolistas seleccionables, que anunciaron su renuncia a ser convocadas si no se producían los cambios reclamados, la Federación -en vez de optar por otras jugadoras- tiró por el camino del medio y realizó una extraña convocatoria, obligando a casi todas las jugadoras a acudir bajo la amenaza de ser sancionadas (es obligatorio presentarse a las llamadas de la selección). Para más inri, intentaron esconder a las chicas en un pueblo de Valencia no se sabe muy bien con qué finalidad.

La situación ha sido tan caótica que ha obligado a intervenir al presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, que se fue hasta Valencia a reunirse con las jugadoras, la Federación y el sindicato FutPro. La reunión terminó casi a las cinco de la madrugada con un principio de acuerdo, cuya esencia es el futuro cese de pesonas cercanas al ex presidente: el secretario general, Andreu Camps (mano derecha de Rubiales), el responsable del Departamento de Integridad, Miguel García Caba (el que, a juicio de las jugadoras, hizo un desastroso informe interno sobre el 'pico' de Rubiales a Jenni Hermoso), el abogado Tomás González Cueto (asesor principal de Rubiales) y el director de Marketing, Rubén Rivera (por la imagen pública que vendió de la Federación y de las jugadoras tras polémico 'pico').

El presidente interino de la Federación, Pedro Rocha, a quien designó Rubiales antes de ser defenestrado, ha vuelto a meter la pata. Pretende ser elegido en las elecciones del próximo año y el mismísimo ministro Miquel Iceta le ha tenido que amenazar con cambiar el proceso de las urnas si no se aceptaban las exigencias de las futbolistas. De este armisticio de paz temporal se han desligado dos jugadoras, Mapi León y Patri Guijarro, que han manifestado su malestar y su falta de ánimo para vestirse de corto y saltar al campo el próximo viernes; se han marchado a su casa con el compromiso de que no habrá sanción para ellas.

A todo esto y para enredar más la madeja, Jenni Hermoso no ha sido convocada, según la nueva seleccionadora, Montse Tomé, "para protegerla" no se sabe muy bien de qué o de quién... Muy extraño todo. El barullo ha llegado a tal nivel, que las jugadoras de Suecia han afirmado que apoyarán a las españolas si deciden boicotear el partido.

Tras todos los sucesos del último mes, quienes dirigen los destinos de la RFEF tendrían que dar paso a otras gentes -sabia nueva- en las elecciones de 2024 (no lo harán porque hay mucho parné en juego) y, por su parte, las jugadoras rebeldes de la selección -cuando sea oportuno- deberían dar la cara y explicar con detalle lo ocurrido y no dejar su versión en manos del sindicato FutPro (lo contarán cuando se retiren).

Y después de todo este sainete, trasnochando, con la tensión acumulada, sin apenas entrenar estos días, teniendo que viajar hasta Suecia... ¿cómo se puede competir contra una de las mejores selecciones del planeta? Una vez más el deporte ha quedado en un muy segundo plano. La que has liado Luis Rubiales.