Estimado Rafa:
Ahora que te retiras del tenis profesional, permíteme que te dirija unas palabras de sincero agradecimiento. En las últimas horas, días, semanas y meses han sido multitud las muestras de afecto y reconocimiento hacia ti como tenista y como persona. No seré nada original, pero me pide el cuerpo dedicarte mi humilde tributo. Qué suerte hemos tenido quienes hemos vivido estas dos últimas décadas de éxitos deportivos, los tuyos.
Te has ganado el lugar de privilegio como mejor deportista español de la historia, has conseguido que millones de españoles, incluidos quienes no son aficionados al deporte, hayan seguido tus hazañas. Hemos disfrutado contigo en la pista, con tu talento y sacrificio, con tu inteligencia con la raqueta en la mano, con la épica de algunas de tus victorias. Hemos sufrido y compartido contigo tantas horas de lucha, que es como si nos conociéramos de toda la vida. Dejas un montón de fans por todo el planeta, te has sabido ganar el corazón de la gente, de eso no hay duda.
No es necesario recordar en estas líneas la multitud de éxitos y campeonatos que has logrado, pero sí la cantidad de momentos de felicidad que nos has proporcionado durante los últimos veinte años. Gracias Rafa, eres un ejemplo en lo deportivo y en lo personal. Tu respeto hacia los adversarios en la pista, la humildad con la que has afrontado los torneos, la manera de hablar de tus éxitos y de tus fracasos, tus intervenciones públicas sobre cuestiones de interés general, todo, demuestra que en casa te educaron bien, muy bien. Enhorabuena a tus padres y a tu tío Toni, hicieron un gran trabajo. Pasarás a la historia como uno de los mejores tenistas de la historia, pero también como una buena persona.
El orgullo que siempre expresas con tu país y el respeto que muestras hacia nuestra bandera engrandecen más aún tu figura, pese a quienes te hayan criticado por sentirte y expresarte como español. Allá cada cual con sus complejos y sus milongas. Las lágrimas que recorrían tu cara mientras sonaba el himno nacional en tu despedida de las pistas días atrás en el transcurso de la reciente Copa Davis de Málaga nos han emocionado sobremanera. Eres un orgullo para tus paisanos.
El legado que dejas será eterno, te has convertido en una leyenda con todo el merecimiento, del cuerpo te ha salido. Dices que tu cuerpo ya no quiere más tenis, tiene sentido, sólo tú sabes cuánto lo has exprimido y cuánto has luchado contra las lesiones. Los años no perdonan y antes o después sabíamos que llegaría el día que tú, Rafael Nadal Parera, tendrías que retirarte. Tarea tienes con la academia y la fundación, pero espero y deseo que te podamos seguir viendo y escuchando hablar de tenis y de deporte. Seguro que ofertas no te van a faltar.
En cierta ocasión, en mayo de 2004, nos presentaron en el transcurso del Torneo de Tenis del Espinar. Ya se hablaban maravillas de ti, alguien dijo que serías el próximo Manuel Santana… obviamente, se quedó corto. Eras un chaval pero recuerdo esa mirada de competidor nato, lo que corrías por la pista y los raquetazos que le dabas a la bola en aquel challenger segoviano. Ganaste, claro. Creo recordar que ese verano conseguiste tu primer torneo ATP.
Querido Rafa, el agradecimiento a tu saber hacer en las pistas de tenis es para siempre. Has sido un genio del deporte y tus valores personales harán que tu nombre nos trascienda a todos. Me siento un privilegiado por haber podido contemplar tu carrera deportiva, has sido el deportista que más emociones me ha trasmitido, menudo lujo. Espero que tu nueva faceta vital sea provechosa y que a partir de ahora puedas disfrutar más de la familia, de los amigos y de tu tiempo libre. No me extiendo más, que seas feliz con los tuyos. Y de nuevo gracias por tanto.
Un fuerte abrazo