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Clásico

Recetas para educar

Por Juan Carlos López

La educación se está complicando


Existe un mito que, si una persona de hace cien años se despertase y viese la escuela de hoy, no notaría diferencia alguna con la que él o ella vivió. Pues eso, ¡es un mito!

Hoy la educación está muy, pero que muy complicada. Tenemos aulas, con niños migrantes, de diversas nacionalidades que desconocen nuestro idioma. Les pongo en situación: entro en un aula, donde tengo un niño búlgaro que llega al mes de comenzar las clases y que no sabe castellano, un niño ucraniano, triste, muy triste como es lógico, sin levantar la cabeza de la mesa, y que por supuesto tampoco conoce nuestro idioma, que vive con la abuela porque su madre es militar y su padre está alistado en el ejército. Un niño marroquí, que además apunta rasgos de autismo, según los estudios que se le han empiezado a hacer. Más dos niños que no arrancan a leer y estamos en cuarto de primaria.

Una niña con mutismo selectivo, que no me habla, y cuando le pongo el lápiz en la mano lo deja caer. A pesar, que empiezo siempre el día diciéndole "quiero que seas feliz, y estoy para ayudarte" acompañado mi mensaje de una sonrisa y una caricia en el pelo.

Un niño con trastorno autista y otra con síndrome de Down que corretea por la clase, mientras les persigo para intentar que sigan mis propuestas, lúdicas, divertidas, adaptadas a todos e ideadas para producir aprendizaje (Imagínense el resto de la clase mientras ocurre esta persecución).

Una pizarra digital, que cuando la voy a usar, o no funciona internet, o se me han borrado las contraseñas para entrar en los entornos digitales, y pierdo el tiempo y la paciencia mientras intento ponerla en orden, al tiempo que el orden de la clase se va perdiendo.

Unas reuniones en las que hablamos de papeles, a los que no vemos ninguna utilidad, solo un cambio de jerga (OP= otro papel.) Si un maestro de antes resucitase, y escuchase: "perfiles de salida", "competencias clave", "competencias específicas", "entornos de aprendizaje", "mapas competenciales", "descriptores operativos", Teams, gamificación, flipped class, RELEO, ...se volvía a morir.

Cuando aún no sabemos aplicar las competencias básicas, nos meten las específicas..., pues van a ir al mismo cajón. Y eso que estoy convencido de que la buena educación debe basarse en las competencias, pero no con estos mimbres y estas herramientas. No con estos libros, estos horarios, y una parcelación de asignaturas al estilo de la Revolución industrial.

"De cada reunión levanta un acta": de la reunión de ciclo, de la reunión de padres, del informe de evaluación inicial, del informe de refuerzos, del acta de evaluación trimestral, de la comisión de coordinación pedagógica...

Al tiempo debo tener cuidado de que los niños no se hagan bullying, o no vengan con el bullying hecho de casa a través de las redes sociales, con la presión de los problemas mentales de los jóvenes y del peligro del suicidio juvenil.

Tengo que dar clase y a la vez atender por Teams al niño que sigue la clase desde casa, y me dice que no me oye o que no me ve bien.

Al tiempo, tengo que formarme, en gamificación, flipped class, y e-twiining. Los colegios para parecer "progres" y que no nos quedamos atrás, debemos participar en proyectos: Proyecto  lingüista, proyecto europeo de Erasmus +, Colegio BITS, proyecto de Oberserv-action.

Luego no te olvides del coordinador de convivencia, del coordinador de igualdad de género, del coordinador de ciclo, del de biblioteca, del de TIC, del de bilingüismo, del del CFIE y el de bienestar (difícil tener bienestar con todo este lio)...

Sin olvidar usar la fotocopiadora, que debes meter un código, y elegir cinco opciones antes de que empiece a funcionar, y no te asuste si la fotocopia que sale no es la tuya, sino la que ha enviado otro compañero desde un ordenador en la distancia.

Y ahora, debes hacer una programación con terminología desconocida, con una formación express, que de momento no llega. Y cuando llegue, llegará con el coche en marcha.

Luego no te olvides de contactar con ese padre o madre por separado dado que están divorciados y se llevan mal. Y atiende al que te pide un informe de cómo va el hijo en el cole para usarlo en el juzgado contra su cónyuge.  

Prepara la reunión con padres, con el Power point que a veces se atasca y en varios idiomas.

¡Ojo al entrar! Porque puede acercarse un padre, no te dé un ladrillazo, porque el día anterior reñiste al niño por decir ?hijo de..? a otro niño.

Y cuando hables con los niños sobre posibles alternativas a pegarnos en el recreo cuando jugamos al fútbol, prepárate a que te digan "chocamos las cabezas como hace Messi" (me costó entenderlo hasta que no lo escenificaron).

Ten cuidado de lo que dices en clase, pues no metas la pata con los tipos de familia, o con los géneros, o con la ecología.

Bueno, eso si no se te ha roto el corazón al leer los informes de los niños, y ver familias, con agresiones, niños no deseados, niños con hermanos de tres padres distintos y muchas otras cosas que no se pueden transcribir aquí.

¡Ah! y en muchos casos, hay que dar los libros, esos que es imposible acabarlos, ya que tenemos que hacer el día de Halloween, el de la paz, el del libro, el del árbol, el de la familia (no se te ocurra celebrar el día de la madre o del padre), el de la mujer trabajadora, el de la violencia de género, el de la mujer científica, el del medio ambiente, el de la comunidad,  los carnavales, la semana cultural? Ya decía un maestro de los de antes: "En educación nos bajamos mucho de la bicicleta y así no llegamos".

Claro que hay que dar los libros porque se eligieron al final de curso, y si tú eres un profe nuevo que no usas libro, una de dos, o te aguantas y lo das aunque vaya en contra de tu manera de trabajar, o te las ves con los padres por comprar un libro de 30 euros y no usarlo.

No sé si el compañero de hace 100 años sabría quién es el PT, AL, ATE; y los del EOEP, SITE; APE, los PEC, los RRI, la PC, la PGA, los ACNEES, los ANCES, la TDI. O las cien nuevas siglas de las competencias y descriptores básicos.

¿Todavía me siguen? ¿O ya se han perdido?

Bueno y todo esto, de vez en cuando con mascarilla.

 ¿Qué podemos hacer? Primero formar muy bien a los nuevos docentes, que los estamos formando muy pero que muy mal. La formación inicial, es muy deficiente.

Segundo, ¡¡Basta ya!! Hombre, ¡basta ya!, dejadnos en paz. Dejaos de hacer una ley nueva cada cuatro años, y mientras uno la hace el otro pone palos en la rueda para que fracase, sacando los Decretos tarde, mal y nunca.

Tercero, dejad de tener ocurrencias. Id de abajo arriba. Entrad en un aula, preguntad a los maestros, observad un rato y salid con los problemas anotados, y poneos a trabajar para dar respuestas a los mismos.

Cuarto: hay que simplificar, y si vamos a meter novedades en la escuela, antes hay que quitar algo primero. Sino la escuela va a explotar.

Quinto, dado que la natalidad baja, y con la complejidad expuesta, necesitamos dos maestros por aula, es imprescindible un coteaching, con profesionales muy bien formados.

Dicen que la escuela es la segunda oportunidad para algunos niños, pues la primera que es en su familia en muchos casos no les vale. Por favor, hagamos que esta segunda oportunidad les merezca la pena.