Los ciudadanos de Castilla y León han incrementado el uso del contenedor amarillo más de un 32 por ciento en los últimos cinco años, lo que refleja que el reciclaje de envases es un hábito asentado en la Comunidad.

El pasado martes se celebraba el Día Mundial del Reciclaje, una fecha que nace para poner en valor este hábito ambiental que se va consolidando "cada vez más también" la Comunidad, informa la Junta. Así, durante el año pasado, cada ciudadano depositó 15,3 kilogramos de residuos -frente a los 11,6 de 2017- en los 15.558 contenedores amarillos que hay a disposición de los ciudadanos de la región, el equivalente a bajar la bolsa de envases una vez cada seis días, aproximadamente.

En el caso del contenedor azul, el aumento de su uso en el último lustro ha sido de un 6,6 por ciento. Durante el año pasado, Castilla y León separó y depositó 19,4 kilogramos de envases de papel y cartón en los 21.803 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar, una bolsa cada ocho días. Esta cifra se situaba en los 18,2 kilogramos de media por habitante en 2017.

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez Quiñones Fernández, ha reiterado que, en materia de residuos, se intensificará el desarrollo del Plan Integral de Residuos de Castilla y León, con especial atención a la recogida separada, impulsando los principios de economía circular, apoyando la valorización material y energética de los residuos y reforzando las actividades de formación e información ambiental, fundamentales para conseguir una sociedad más formada y por tanto más concienciada, esencial para el éxito de cualquier política ambiental.

Por su parte, Ángel Hervella, director de Gestión Local y Autonómica en Ecoembes, destaca que estos datos son el reflejo del "esfuerzo" que el conjunto de la sociedad de Castilla y León está llevando a cabo en materia de reciclaje y circularidad. "La Comunidad Autónoma ha dado un salto cualitativo en este hábito, consiguiendo en solo 5 años un aumento del 32,3 por ciento en el uso del contenedor amarillo: hay voluntad y ganas de seguir avanzando", ha añadido.

Además de a través de los contenedores de la calle, los envases domésticos se recogieron también en otros espacios, como en los más de 3.000 puntos de reciclaje situados en lugares de gran concurrencia (oficinas, hoteles, restaurantes, bares y cafeterías, así como centros deportivos, entre otros).

Así, solo en 2021, la región mandó a instalaciones recicladoras un total de 67.688 toneladas de envases de plástico, metal, brik, papel y cartón, que contribuyeron de forma significativa a las 1.570.513 toneladas de envases enviadas a instalaciones recicladoras a nivel nacional. De esta forma, se evitó la emisión de 2,05 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a lo que emiten las calefacciones de Asturias en un año. Además, se ahorraron 20,50 millones de m3 de agua y 5,27 millones de MWH de energía.