Las quince Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España enfrentan en la actualidad ciertos retos comunes en su gestión que giran en torno a la dificultad de mantener el equilibrio entre ser museos al aire libre y urbes habitadas por sus vecinos.

Con el objetivo de analizar estas cuestiones han comenzado este lunes en Segovia las jornadas "Ciudades Habitadas. Vida y sostenibilidad urbana en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad" con ponencias de diversos expertos y la participación de representantes de las quince ciudades que forman parte del grupo.

Según ha señalado en declaraciones a EFE el experto que ha ofrecido la ponencia inaugural, el doctor en Arquitectura Juan Luis de las Rivas, la clave para la prosperidad de estas ciudades es su "resiliencia" o capacidad de adaptación en un contexto crítico.

El turismo masificado, la dificultad de acceso a la vivienda por parte de los residentes, la vulnerabilidad del comercio local o los nuevos cambios en la movilidad son algunas de las amenazas que se ciernen sobre estas localidades y que se pondrán sobre la mesa en forma de debates entre hoy y mañana con estas jornadas.

EL TURISMO CONCENTRADO EN UNOS POCOS MONUMENTOS

La concentración de un gran número de visitantes en unos cuantos enclaves de la ciudad a menudo provoca problemas para la convivencia vecinal, amenaza la sostenibilidad del desarrollo del municipio e incluso puede provocar daños en los destinos.

Según ha señalado De las Rivas, una de las claves es ofrecer "información urbana" de calidad y otras ofertas diferentes a las tradicionales, e incluso utilizar las nuevas tecnologías para guiar a los visitantes de manera efectiva.

Acerca de otras medidas más drásticas como la tasa turística, reconoce que no son para todos los lugares, ya que controlar el acceso a una ciudad entera es muy difícil y tasar solo ciertos aspectos como el alojamiento puede ser perjudicial en ciudades como Segovia, donde el porcentaje de personas que pernoctan ya es bajo.

PROBLEMAS EN EL ACCESO A LA VIVIENDA PARA LOS RESIDENTES

El aumento de los precios en el alquiler y venta de viviendas, empujados en muchas ocasiones por la creciente oferta de apartamentos turísticos, es otro de los retos de ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad como Ibiza o Santiago de Compostela.

En este sentido, con la aprobación de la nueva Ley de Vivienda se abre una oportunidad para la regulación a través de la declaración de zonas tensionadas donde poder limitar el aumento descontrolado de precios.

La concejala de Urbanismo y Vivienda de Santiago de Compostela, Mercedes Rosón, ha señalado en declaraciones a los medios que es necesario analizar cada ciudad de forma individual, pero en el caso de su localidad, su zona histórica es susceptible de aplicación ya que es la más tensionada de la comunidad autónoma.

La alcaldesa de Segovia y vicepresidenta del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Clara Martín, también ha reconocido este como uno de los mayores retos a abordar en su ciudad y ha puesto como ejemplos de buenas prácticas algunos de sus proyectos de rehabilitación de viviendas en áreas históricas.

"Han demostrado que, efectivamente, rehabilitando la vivienda dentro del patrimonio mundial generamos esas zonas residenciales e incrementamos el número de vecinos en esos barrios", ha explicado.

UN COMERCIO LOCAL DEBILITADO

Otro de los asuntos que preocupa es el del comercio "como parte de la vitalidad de los Conjuntos Históricos" y, acerca de esta cuestión, Juan Luis de las Rivas ha reconocido en su conversación con EFE que la protección de este comercio es un "tema delicado" por tratarse de "iniciativas privadas".

Él aboga por la creación de "áreas comerciales de gestión unitaria", lo que se conoce como "centros comerciales abiertos", gestionados por asociaciones de comerciantes que tengan "una única voz" y "cierta capacidad de gestión" para colaborar en estrategias y campañas.

IMPLEMENTAR LA NUEVA MOVILIDAD EN CIUDADES HISTÓRICAS

El reto de la movilidad y la adaptación a cambios como la obligatoriedad de establecer una zona de bajas emisiones en ciudades de más de 50.000 habitantes es otro de los temas que se analizarán estos días en Segovia.

En cuanto a las zonas de bajas emisiones, De las Rivas ha opinado que en muchas de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad no existen grandes problemas de tráfico por la propia dificultad de acceso al centro histórico.

Pero, en cualquier caso, a la hora de implantarla ha valorado la necesidad de "regular de manera más exigente el tema de la logística y el abastecimiento" con ayudas para que los empresarios locales puedan acceder a vehículos de bajas emisiones y que estos no se vean "penalizados" por este tipo de medidas.