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La evacuación de un herido desde la Torre de Juan II, dentro del simulacro de incendio del Alcázar de Segovia

El ejercicio de emergencias se realiza cada 6 de marzo, fecha del incendio que asoló la fortaleza en 1862

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La evacuación de un herido desde la Torre de Juan II, dentro del simulacro de incendio del Alcázar de Segovia
Los bomberos, durante la evacuación del herido desde la Torre de Juan II, con el incendio cercano (JA Quirce)
José Antonio Quirce
José Antonio Quirce
Lectura estimada: 4 min.

El simulacro anual de siniestro por incendio que se realiza cada 6 de marzo en el Alcázar de Segovia ha incorporado la maniobra de evacuación de un herido desde la escalera de caracol de la Torre de Juan II, uno de los lugares con más dificultades de acceso para los equipos de rescate e intervención.

El Alcázar de Segovia ha efectuado con éxito su simulacro anual de emergencias, que se desarrolla el 6 de marzo, como recuerdo de que en ese día, en 1862, se produjo el pavoroso incendio que destruyó buena parte de la fortaleza, y obligó a desplazar la Academia de Artillería, que tenía allí sus aulas y alojamiento de los cadetes, al Convento de San Francisco, la sede que ocupa desde entonces, próxima al Acueducto.

En el ejercicio de esta edición, el siniestro se produce al encender las luces para facilitar el paso de un grupo de visitantes a la Torre. Un fallo eléctrico provoca un incendio en la sala de tránsito, entre la Torre y el Patio de Armas. El fuego se propaga con humo ascendiendo por el corredor del Verdugo y acaba por salir al Patio de Armas.

Al sonar las alarmas de control, el personal del Alcázar comprueba, a través de cámaras instaladas en el recinto, que el fuego se ha extendido por la combustión de gran cantidad de papel almacenado en esa zona del edificio y avisa a la gerencia. Se pone en marcha el procedimiento de evacuación y emergencia. Durante la evacuación de personal, un trabajador del archivo cae por la escalera de caracol de la Torre y, al no poder moverse por una posible fractura de piernas, debe ser evacuado mientras el fuego se acerca al lugar del accidente.

Con este símil, el personal del Alcázar, encabezado por su alcaide, que también es el director de la Academia de Artillería, coronel Rafael de Felipe Barahona, ha recibido al alcalde de Segovia, José Mazarías, y a la concejal de Seguridad Ciudadana, Raquel Alonso, que han acudido al simulacro junto a los concejales de Turismo, May Escobar, y de Urbanismo, Alejandro González Salamanca. Con ellos, naturalmente, se encontraban el Mayor de la Policía Local, Vicente Sanz, y el jefe de Bomberos de Segovia, José Luis del Pozo.

Además de los cuerpos de seguridad y prevención municipales -Policía Local y Bomberos- y del personal de Seguridad del Alcázar, el simulacro ha contado con la participación de personal de asistencia de Urgencias del servicio sanitario de Segovia, dependiente de la Junta de Castilla y León.

El simulacro está diseñado para contemplar una situación ordinaria, con la fortaleza abierta al público y personal del patronato en sus puestos de trabajo habituales. Se considera que, en el momento de inicio del ejercicio hay 30 trabajadores, entre personal del Alcázar y del Patronato, y unos 70 visitantes. El total aproximado de participantes en el simulacro, entre personal interno y equipos de emergencias ha sido de 143 personas.

Al finalizar el ejercicio, con éxito, el alcaide del monumento ha expresado su gratitud a todo el personal que ha participado y, en la figura del alcalde de Segovia, a los cuerpos de Policía Local y Bomberos. Sobre la intervención novedosa de los bomberos en el rescate al accidentado de la Torre, el coronel Felipe ha comentado la buena coordinación de todos los equipos de rescate y sanitarios, que ha permitido la evacuación del herido sin que el fuego llegara a amenazar su seguridad. Además, el coronel ha recordado la inversión en  seguridad hecha este pasado año en la fortaleza con un aumento “de las videocámaras de seguridad, con más de un centenar”. El alcaide también ha señalado la adquisición de “nuevos sistemas de gestión y control del aforo, para estar seguros de que dentro de la fortaleza ,o en las escaleras donde se ha hecho la práctica, no hay más gente de la que puede acoger la propia estructura”.

Otras inversiones que ha comentado el coronel Felipe es el “aumento de personal de seguridad y la realización de un curso a los trabajadores, para que tengan conocimiento de soporte vital básico, las maniobras de reanimación cardiopulmonar, y el empleo de fibriladores”. El alcaide y director de la Academia de Artillería ha resaltado, también, que “este año 2024 se hará un curso para que la mayor parte de los trabajadores tengan formación de este tipo, y se han instalado pulsadores de emergencia en distintas salas de la fortaleza, para avisar rápidamente de cualquier incidencia”.

El coronel De Felipe ha expresado que las inversiones que cada año se realizan por parte del Patronato del Alcázar sirvan para “si es posible, lo que ocurrió en 1862 no vuelva a pasar nunca más y, si algún día hay una incidencia real, que se pueda evacuar al personal y al público en las mejores condiciones posibles”.


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