Agentes medioambientales del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Segovia han denunciado a un cazador por el uso de un visor nocturno durante su práctica de caza en un coto de la población segoviana de Riaza.

Los agentes medioambientales, durante una inspección en el coto privado riazano, observaron a un cazador que se encontraba cazando jabalíes en la modalidad de espera nocturna. Al revisar el arma y los demás elementos empleados por esta persona, constataron que utilizaba un visor nocturno acoplado a la mira telescópica del rifle, práctica que se encuentra expresamente prohibida según la Ley de Caza de Castilla y León. Los agentes han procedido a denunciar los hechos y al decomiso del arma y del visor nocturno, como indica la normativa.

La Ley 4/2021 de Caza de Castilla y León establece que “se prohíbe el empleo de fuentes luminosas artificiales, espejos o dispositivos para iluminar blancos o dispositivos de visor que incluyan un convertidor de imagen o un amplificador de imagen electrónico para tiro nocturno, incluidos los visores térmicos”. El uso de estos dispositivos para la caza está tipificado como infracción grave, con sanciones de 2.000,01 a 10.000 euros y la posibilidad de retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo entre uno y tres años.

Desde hace unos años, los agentes medioambientales han observado un incremento en el uso de este tipo de visores o amplificadores de imagen electrónicos para la caza, sobre todo de visores térmicos, que al distinguir la imagen por la temperatura de los cuerpos, permite localizar a las piezas de caza de noche y de día.

Durante la temporada de caza, los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León intensifican los servicios de vigilancia para que esta práctica se desarrolle bajo la normativa que la regula. Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Segovia se pide a los ciudadanos, cazadores y gestores de acotados que, si descubren prácticas ilegales, lo comuniquen a los agentes de la autoridad.

La Orden Anual de Caza en Castilla y León determina las especies cazables y las comercializables, los días y las épocas hábiles de caza aplicables a cada una de ellas, y fija condicionantes y limitaciones para la práctica de las distintas modalidades, en cada temporada.