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Menudo Panorama

Por Pedro Santa Brígida

Rubiales hundido, sálvese quien pueda


Luis Rubiales no dimite, pese a estar acabado. Lo escribí la semana pasada en este mismo blog y lo repito: ha disfrutado de uno de los mejores puestos de trabajo del país y no va a renunciar al chollo de su vida, se lo tienen que arrebatar. Pretende mantener viva su esperanza cual zombie inconsciente de su estado de salud. La puntilla se la han dado sus hasta ahora fieles. Le queda la familia y el seleccionador femenino, cuya cabeza está al caer.

El suspendido presidente del fútbol español debería irse ya, tirar la toalla, en términos boxísticos está grogui, deambula por el cuadrilátero y ya no cuenta ni con la confianza de los suyos. La última asamblea de la Federación de Fútbol le ha exigido que dimita. Los que han vivido de sus prebendas, los que le aplaudian la pasada semana, le han abandonado porque quieren seguir beneficiándose del fuero que está montado en la RFEF. El sistema clientelar de la casa, la red de favores de la que se nutre sigue vigente... Eso sí, para los que no quieren renunciar a la poltrona.

La cascada de traiciones que está sufriendo Rubiales tendría que abrirle definitivamente los ojos. No tiene alternativa, aunque se siga agarrando a un clavo ardiendo. El sálvese quien pueda manda sobre las presuntas lealtades construidas a base de dinero y momios varios. Y él sin concentrar aún sus energías en que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha iniciado el procedimiento para que se le aplique -vía penal- la polémica ley del sólo sí es sí (agresión sexual).

El Gobierno, después de mirar para otro lado estos últimos cinco años con los escándalos protagonizados por Rubiales, ha activado la maquinaria que hará efectiva el cese del apestado. El feminismo radical ha vuelta a levantar las banderas que pretenden demostrar que el fracaso de los más de mil depredadores sexuales beneficiados por ella es papel mojado. Pura política en el poderoso mundo del balompie. ¿Por qué en el fútbol no cobran ellas los mismos salarios que ellos?, se pregunta Yolanda Díaz. Supongo que por la misma razón, que en el mundo de las pasarelas ellos no cobran lo mismo que ellas, como contestó en su día un deportista de la talla de Rafael Nadal.

Los últimos vídeos que circulan por las redes sociales (presuntamente filtrados por el propio Rubiales), en los que se ve a las futbolistas de la selección riéndose y haciendo bromas con el famoso beso, también son reveladoras. ¿Qué ha pasado realmente para este radical cambio de posición de las jugadoras en unos días? ¿Por qué no habla públicamente la protagonista del 'pico'?

La marcha de Rubiales tendría que ser sólo la primera piedra de un profundo cambio en la federación y en los principales estamentos que dirigen el fútbol español. Los presidentes de las federaciones territoriales -todos hombres- deberían cerrar la puerta al salir. Ya que el Gobierno ha entrado por fin en el lío de la RFEF, es hora de seguir ahí y de promover los cambios legislativos que modernicen una estructura semiprivada casi decimonónica y tremendamente endogámica.

Para mayor escarnio y morbo público, la madre de Rubiales se ha encerrado en una iglesia de Motril, reclamando a Jenni Hermoso que comparezca y acabe con "la cacería" de su hijo. Nunca antes hubo tantos periodistas y medios de comunicación en esta localidad granadina, donde también piden algunos grupos políticos que se le retire el nombramiento de Hijo Predilecto.

Después de tanta puñalada trapera, con el circo mundial que se ha organizado, en el que hasta representantes de la ONU opinan, tras la traición de sus fieles, con la inmensa mayoría del país en contra ¿a qué espera Rubiales para dimitir definitivamente y acabar con esta grotesca pantomina? 

Y a todo esto, la espectacular victoria de la selección del fútbol femenino español en el mundial ha quedado en casi nada. Menudo país.