Cayetano fue el triunfador del espectáculo al cortar cuatro orejas
Aburrida, decepcionante y tediosa corrida de los Pablo Romero en Cuéllar
La única ovación aquí se la llevó la banda de música
Y mira que estaban bien presentados todos los toros del encierro del Partido de Resina que hoy han saltado al ruedo de Cuéllar. Excelentes de fenotipo, fachada, tipo exterior, apariencia pero nulos de genotipo ni raza, ni fuerza ni emoción. Un señorial aburrimiento si no hubiera sido por la orejita del 'altramuz' que cerró la corrida al que desorejó Damián Castaño, el torero que hoy puso más ganas y decisión frente a sus enemigos porque los otros cinco pasaron sin pena ni gloria y eso que fueron aplaudidos en el momento de saltar al ruedo.
Tarde tediosa y anodina de la que encima tenemos que completar los plumillas ciento ochenta líneas de explicaciones cuando todo se resuelve en un 'nada entre dos platos', como para inventar el Cossío.
Mal empezó el festejo que congregó a una escasa media plaza de público pues el primer toro, cojeando ostensiblemente, fue devuelto a los corrales tras exhibir el Presidente del festejo, Chema Costales, el pañuelo verde. Y eso que en esta corrida solo había un sobrero como se establece reglamentariamente para plazas de tercera. Y si al segundo no le hubiera cuidado con esmero Manuel Escribano, hubiera seguido también el paso de su hermano anterior, es decir, ser devuelto a los corrales.
Es una lástima que se pongan tantos deseos y tantos esfuerzos para garantizar un espectáculo, se busquen los toros de conformación hermosa y plausible y salgan pepinos como los melones que presentan una gran apariencia y luego no saben a nada.
Los toros del partido de Resina desde el 'excitado' devuelto y sustituido por 'notario', al 'garrofillo'; 'profesor', 'garrocero' y 'chicarrero' nada de nada y solo altramuz cumplió en la lidia del salmantino Damián Castaño. De manera que la hoja verde esa que editan y regalan al entrar los de la Peña el Encierro, sirvió sobre todo para tributar una calurosa ovación al equipo médico de la plaza con Marta Pérez al frente por su labor ayer salvando la vida de Manuel Diosleguarde. La ovación generosa y fuerte de todo el público fue el bálsamo agradecido por su labor y el encuentro para que los equipos médicos destinados a los sitios en donde hay festejos de toros se les dote de los medios y recursos necesarios para realizar su labor.
Y vamos con lo visto.
Abrió plaza 'excitado' astifino y excelentemente presentado, devuelto por cojo. Salió en su lugar un 'notario' a dar fe de este mal comienzo de la corrida. Le dieron una vara para el pelo y el animal empujando con fuerza. El toro a medida que transcurría la lidia se vino abajo ante la muleta de Robleño que intentó el hombre sacar leche de un botijo sin conseguirlo. Varios pinchazos y una entera despenaron al animal.
Con el segundo de su lote al que le dieron dos varas, el toro se quedó rebrincado y con las fuerzas justas. Lo intenta el diestro aunque sin demasiado convencimiento. Se arranca la banda con el pasodoble ya casi al final de la faena. Mal con los aceros pinchó reiteradamente hasta lograr la estocada, recibiendo el silencio del público.
Muy afectado también de los cuartos traseros el primero del lote de Escribano al que ni el diestro decide banderillearlo dejando que lo haga la cuadrilla. Brinda al equipo médico de la plaza y ante la flojedad del animal Escribano debe actuar como enfermero cuidadoso del toro para que no se le derrumbe. Una estocada infame, casi golletazo, despena al animal.
Y ante el quinto de la tarde, por aquello de no hay quinto malo, el toro espectacular en el caballo le dan de lo lindo, recibiendo tres varas en una como el líquido afloja tornillos. Este toro fue el mejor del encierro. La única ovación aquí se la llevó la banda de música.
Preciosa lámina el de Damián CASTAÑO, corrido en tercer lugar que se arrancó largo al caballo, propinándole dos varas. Castaño brindó la muerte del burel a Jesús Herrero, el torero de Cuéllar, y el salmantino estuvo muy entregado, firme y decidido en su faena. Despertó a la plaza del sopor en el que había caído con una serie excepcional de naturales, pero con los aceros falló estrepitosamente pinchando en varias ocasiones, además de cuatro intentos con el verduguillo. El toro fue aplaudido en el arrastre y Castaño escuchó una fuerte ovación saliendo al tercio a saludar.
En el de cierre Castaño estuvo entregado a la causa de nuevo, con gran decisión y valor. Tras despachar de estocada algo caída al manejable burel, recibió una oreja pedida por el respetable.
El consejero de Cultura de la junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, visitó la enfermería tras la grave cornada del día anterior.
FICHA DE LA CORRIDA
Cuéllar. Segunda corrida de la Feria. Media plaza. El público homenajeó al equipo médico de la plaza, saliendo éste a saludar al centro del redondel antes de arrancar el paseíllo.
Toros de Partido de Resina, venidos a menos en la muleta, nobles, bajos de raza y bien presentados para
Fernando Robleño, Silencio y silencio.
Manuel Escribano, silencio y aplausos.
Damián Castaño, ovación con saludos desde el tercio y una oreja.
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FICHA DE LA CORRIDA
Cuéllar. Segunda corrida de la Feria. Media plaza. El público homenajeó al equipo médico de la plaza, saliendo éste a saludar al centro del redondel antes de arrancar el paseíllo.
Toros de Partido de Resina, venidos a menos en la muleta, nobles, bajos de raza y bien presentados para
Fernando Robleño, Silencio y silencio.
Manuel Escribano, silencio y aplausos.
Damián Castaño, ovación con saludos desde el tercio y una oreja.