El proyecto Eresma Arqueológico avanza con nuevos hallazgos y reconstrucciones en su propósito de conocer cómo era la vida hace 6.000 años a través de seis yacimientos ubicados en la provincia de Segovia.

El director del proyecto Eresma Arqueológico, Raúl Martín Vela, ha señalado que se está actualmente trabajando en seis yacimientos y que cuentan con el apoyo de los ayuntamientos de Navas de Oro, Nava de la Asunción, Bernardos y Armuña. Una iniciativa que cofinancia también el grupo de Acción Local Aidescom Campiña Segoviana.

Según explica el arqueólogo segoviano, las excavaciones en el primer crómlech detectado en la comunidad de Castilla y León continuaron el año que acaba de finalizar. "Se trata de un conjunto de menhires de cuarzo que describen plantas circulares y alineamientos singulares datados en el neolítico", ha explicado Martín Vela sobre el yacimiento en Bernardos al que ha denominado como 'el Stonehenge de Castilla y León'.

Relacionado con el anterior, también se ha seguido avanzando en las prospecciones en el dolmen de Santa Inés, del mismo periodo y ubicado también en este municipio. Se trata de una tumba monumental construida por las primeras comunidades agrícolas y ganaderas asentadas en territorio segoviano.

"Ambos casos parece que están relacionados en el tiempo y también en el espacio, posicionándose el primero como una suerte de lugar de reunión, quizás un templo al aire libre y, el segundo, como la tumba de los antepasados", ha detallado.

Los trabajos realizados durante 2022 en Navas de Oro se han centrado en la excavación de un asentamiento de la Edad del Cobre en el paraje de La Curva. "Allí se ha continuado con la documentación de las trazas de una vivienda levantada con un primer zócalo de piedra y cuyas estancias se encuentran cuajadas de fragmentos cerámicos propios del periodo", ha añadido el segoviano.

A escasos 200 metros, en el yacimiento de La Peña del Moro, el proyecto Eresma Arqueológico ha acometido una primera musealización del poblado, con una reconstrucción de cuatro cabañas de barro y madera, así como de un tramo de la muralla de madera que protegía el poblado.

"Complementando esta iniciativa, se ha implementado una detallada y exquisita cartelería con recreaciones de la vida cotidiana, así como unos códigos QR donde el visitante puede acceder a una reconstrucción tridimensional de algunos aspectos relevantes del día a día de los habitantes de La Peña del Moro. Estos trabajos han sido financiados por la Consejería de Cultura de la Junta", ha señalado Martín Vela.

Por su parte, el oppidum del Cerro Tormejón, situado en el municipio de Armuña, ha desvelado las diferentes fases constructivas de la muralla que protegía el asentamiento durante la Segunda Edad del Hierro. Este poblado fue habitado por el pueblo vacceo, en lo que es la última de las ciudades de esta etnia al sur del territorio segoviano.

Finalmente, la villa romana de Matabuey continúa sorprendiendo tanto por sus dimensiones arquitectónicas como por la complejidad de sus amplias estancias. "En un reciente estudio geofísico financiado por el Servicio Territorial de Cultura y Turismo de Segovia, se ha podido comprobar la magnitud y la extensión de este edificio que cada año depara más sorpresas", ha añadido Martín Vela.

"En definitiva, Eresma Arqueológico despide el año cargado de novedades y dispuesto a afrontar importantes retos en 2023, que pasan por la continuación de las investigaciones. Estamos ante un proyecto completamente asentado en el territorio segoviano, que sigue reivindicando el patrimonio arqueológico de los pueblos del Eresma como motor de desarrollo real", ha concluido el director del proyecto.