El obispo saliente de Segovia dona a la Diputación una colección de grabados de madera de Alberto Durero

El administrador apostólico de la Diócesis de Segovia, César Franco, que hace pocas semanas presentó la renuncia como obispo al Papa Francisco, y que fue aceptada por el pontífice, ha donado a la Diputación de Segovia una colección de grabados de madera de Alberto Durero, como regalo personal que el obispo saliente ha hecho a la provincia en la que ha finalizado su tarea obispal.

A pocas horas para la despedida de César Franco como administrador apostólico de la Diócesis de Segovia (cargo que desempeña desde que hace semanas fue aceptada su renuncia como obispo, que solicitó por razones de edad), el obispo saliente ha hecho la donación de las piezas de arte que la Diputación ha agradecido y que inmediatamente ha trasladado a la centenaria biblioteca del Palacio Provincial.

El presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, ha dirigido una carta a monseñor César Franco en la que le transmite "el agradecimiento de este territorio por su cercanía con los pueblos y su entrega al servicio de la comunidad durante estos años en los que la colaboración con esta institución ha sido constante y fluida".
De Vicente ha resaltado la cooperación con la Diócesis para la conservación del patrimonio y el valor del regalo recibido, "que incrementa el valor de un archivo que siempre hemos puesto al servicio de toda la provincia, como usted lo ha estado durante su responsabilidad como obispo de esta Diócesis de Segovia".

La Biblioteca de la Diputación donde ya se muestra esta colección de grabados de Durero se encuentra en el Palacio Provincial, el Palacio Uceda Peralta. Su origen se remonta a 1889, cuando los herederos del ilustre abogado segoviano Juan Luis Rivas Orozco proponen a la Diputación la adquisición de su colección particular que es comprada por 1.975 pesetas. Ese mismo año la Corporación decide la construcción de una biblioteca consistente en una estantería de hierro fundido de estilo neogótico y de realización prácticamente idéntica a la que hoy podemos ver en la Sala de Lectura del Palacio del Senado de Madrid, que data de 1882.

En la actualidad, los fondos de la biblioteca fundacional se encuentran en dicha estantería, con obras de legislación, religión, literatura y geografía que se completan con los fondos de obras de carácter local, tema predominante en esta biblioteca, ampliada a otra dependencia del Palacio Provincial, donde se guardan más de nueve mil títulos.

Libro archivo de los grabados de Durero (Dip Segovia)