La 37ª edición del Festival Internacional de Títeres de Segovia Titirimundi ha comenzado este miércoles con una carnicería de peluches en la que se sirven "muslos de Barbie" y "hamburguesa de Winnie the Pooh" y un funeral en forma de concierto y teatro de objetos que resulta ser "un canto a la vida".

Desde primera hora de la mañana se ha instalado en la Plaza del Azoguejo de Segovia, a los pies del Acueducto, el particular "food truck" de la compañía de teatro belga Pikz Palace, que cuando ha subido el telón a las 11:30 horas había congregado a su alrededor a cerca de un centenar de niños.

Dos peculiares carniceros con delantales salpicados de sangre han enseñado a este público infantil cómo preparar diferentes cortes de osos de peluche: "Lo más importante es la higiene", ha dicho uno de ellos, mientras su compañero se sonaba la nariz con el mismo trapo con el que limpiaba el cuchillo.

Las constantes carcajadas de los niños, sus gritos de emoción cada vez que los actores apelan a la multitud en busca de ayuda y los aplausos de agradecimiento conforman la inconfundible banda sonora de Titirimundi que ha comenzado en Segovia hoy y sonará hasta el próximo lunes, 15 de mayo.

En seis días se llevarán a cabo en la ciudad 288 funciones producidas por 35 compañías de teatro procedentes de diez países diferentes como Francia, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Reino Unido, República Checa, Eslovenia o Argentina.

De los casi 300 pases, cincuenta se desplegarán en la calle, en una edición que llega "con otra normalidad" y "perdiendo esos miedo de ediciones pasadas" como consecuencia de la pandemia del coronavirus, según ha señalado en declaraciones a los medios la directora del festival, Marian Palma.

Además del espectáculo que permanecerá instalado todos los días en la Plaza del Azoguejo, a partir de esta tarde se podrá ver en otros barrios de Segovia las funciones de "The Quacksalver" de Sofie Krog (Dinamarca-España) y el emblemático "Circo de las Pulgas", que hace seis pases por la tarde.

UN PECULIAR FUNERAL COMO CANTO A LA VIDA

Ya esta noche, a las 20:30 horas, tendrá lugar la inauguración oficial en el Teatro Juan Bravo con la representación de "KAR Repass, cabaret de Anna Karenina" de Fekete Seretlek & Studio Damúza (República Checa-Eslovenia).

Marian Palma ha definido así esta obra: "Un concierto con objetos, que es un funeral, pero con un último adiós y un canto a la vida que espero que todo el mundo lo disfrute porque es... diferente".

Esta función inaugural correrá a cargo de la compañía Fekete Seretlek & Studio Damúza, compuesta por seis actores y músicos formados en la Academia de Teatro de Praga y que tocan para esta historia el acordeón, el contrabajo, la trompeta, el violonchelo, el violín, el cajón y la batería.

A través de canciones populares de países como Rusia, Serbia o Finlandia, poco texto y el particular lenguaje del teatro de objetos, el grupo ofrece una revisión de la novela "Anna Karenina" de León Tolstói que implica al público, según ha explicado hoy en un pase de prensa uno de los actores, Matija Solce.

"Es una combinación en la que no se sabe cuándo es música y cuándo es un evento para la gente, porque la gente esta incluida en ello, eso es muy importante para nosotros, para destruir la cuarta pared, así que cambia todo el tiempo y nunca sabes de dónde viene el impulso", ha explicado.

UN PRESUPUESTO INCIERTO

Acerca de la organización, Marian Palma ha subrayado la complejidad de sacar adelante el festival sin tener un presupuesto certero, ya que solo han podido contar con los 100.000 euros del habitual convenio con el Ayuntamiento de Segovia y el acuerdo con la Diputación, que hace posible la gira por la provincia.

La cuantía que aportará la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación Siglo, y el Instituto Nacional de Artes Escéncias y de la Música (INAEM), del Ministerio de Cultura, solo lo sabrán "a toro pasado".

"Es bastante complicado lanzar una programación sin conocer hasta dónde puedes llegar, es muy arriesgado, pero Titirimundi tiene que continuar, independientemente de la situación y de la gestión", ha defendido Marian, que asumió el cargo tras el fallecimiento en 2017 del fundador del festival, Julio Michel.

LA MAGIA DE TIRIMUNDI SE EXPANDE EN UNA GIRA NACIONAL

Además de las funciones que se han llevado a cabo a lo largo de esta jornada en la capital, desde el pasado 28 de abril Titirimundi ha emprendido una gira que pasará por 39 pueblos de la provincia, doce espacios de Madrid, cuatro municipios de Castilla y León y otras tres ciudades fuera de la comunidad autónoma.

También desde ayer se lleva a cabo la campaña escolar, Titiricole, que contará con veinticinco actuaciones en la Biblioteca Municipal de la capital, de las que podrán disfrutar alumnos de catorce centros educativos de Segovia, Ávila, Valladolid y Madrid.

En la ciudad de Segovia, será en el fin de semana cuando llegue el "aluvión" actuaciones, tanto en la calle, en los patios de edificios y en los teatros, con obras de todos los géneros habituales del festival, desde el teatro de objetos hasta las clásicas marionetas de hilo, de guante y de cachiporra.